Solicitada

Un día histórico para recordar y hacer memoria

“Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerrilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido”  (Rodolfo Walsh, Carta Abierta a la Junta Militar)

El miércoles 26 de octubre se conoció finalmente, después de casi 2 años de juicio, la sentencia contra 18 represores de la Escuela de Mecánica de la Armada, símbolo de la represión y el terrorismo de Estado desplegado por la última dictadura militar en nuestro país.

El Tribunal Oral Federal Nº 5, integrado por los jueces  los jueces Daniel Obligado, Ricardo Farías y Germán Castelli, condenó a cadena perpetua a los genocidas Jorge Eduardo Acosto, Alfredo Ignacio Astiz, Ricardo Miguel Cavallo, Julio César Coronel, Adolfo Miguel Donda, Alberto Eduardo González, Oscar Antonio Montes, Antonio Pernías, Jorge Carlos Radice, Néstor Omar Savio, Raúl Enrique Scheller y Ernesto Frimon Weber, mientras que los acusados Juan Carlos Fotea Dineri, Manuel García Tallada, Carlos Capdevila y Juan Antonio Azic recibieron entre 25 y 18 años de prisión. Pablo García Velazco y Juan Carlos Rolón fueron  absueltos, aunque no recuperarán la libertad por estar imputados en otras causas por delitos de lesa humanidad.

Entre los delitos por privación ilegal de la libertad, secuestro, tortura y homicidio contra 86 víctimas imputados a los acusados se cuentan los casos del escritor Rodolfo Walsh, las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet y Azucena Villaflor, Mary Bianco y Ester de Careaga, fundadoras de Madres de Plaza de Mayo.

La condena a los genocidas de la ESMA, responsables de los crímenes más atroces, debe ser celebrada como un día histórico en el marco del proceso de construcción de la memoria colectiva para que los crímenes de lesa humanidad no queden impunes. Sin embargo, todo esto no debe hacernos olvidar que por la ESMA pasaron más de 900 compañeros que hoy continúan desaparecidos, ni de que cerca de 200 represores procesados, sólo 60 se encuentran imputados.

El testimonio de los sobrevivientes vuelve a recuperar las voces de aquellos que ya no están, rompiendo el silencio impuesto por los represores a sus víctimas. Silencio que a través del secuestro, la tortura, la desaparición y la muerte, pretendieron acallar a toda una generación de jóvenes, militantes, intelectuales y trabajadores que lucharon y soñaron con una sociedad más justa e igualitaria.

Este día de justicia también se constituye en un reconocimiento a todos los organismos de derechos humanos y organizaciones políticas y sociales que en los últimos 35 años no cesaron en su lucha contra la impunidad, comprometidos con la memoria, la verdad y justicia en nuestro país.

 

Juventud GEN Salto en el Frente Amplio Progresista

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