De
la Redacción de SaltoCiudad
“¿Las
cosas las van a repartir los de La Cámpora?" me preguntó un señor en plaza
San Martín. A lo que respondí: van a la Facultad de Periodismo y al Batallón
601 del Ejército. Y el hombre, con bolsas en la mano, agregó: “en la Facultad
está La Cámpora”. Y se fue.
¿La
solidaridad tiene nombre y apellido? ¿La Cámpora es dueña de la solidaridad? ¿O
la solidaridad la hace la gente? ¿La solidaridad también está dividida, rota
como la sociedad?
Desde
ese instante en que ocurrió lo que ocurrió el sábado por la tarde hasta hoy, en
que me siento a escribir estas líneas, me pregunto lo mismo: ¿es importante
quién reparte las cajas y cajas que estarán llegando en estos momentos a la
Facultad de Periodismo de la ciudad de La plata? Por supuesto que lo es. Es
trascendental que el esfuerzo de tantos ciudadanos llegue a quienes han perdido
todo en la inundación. ¿Son las organizaciones políticas ligadas al
kirchnerismo quienes deben hacer la tarea? ¿O deben ser los representantes del
municipio de La Plata –papelón de su intendente Bruera mediante-? ¿La Cámpora
se va a quedar con las donaciones, como se puedo escuchar por ahí? ¿Los argentinos
podemos pensar eso? Sí, podemos, me podrán decir: miles de argentinos donaron
joyas, dinero, pertenencias para la guerra de Malvinas, y nunca llegaron a los
soldados. Es verdad. Pero no estamos en dictadura, estamos bajo un gobierno
democrático. ¿Será por esta desconfianza que ningún representante de la
oposición de Salto –excepto el concejal Marcelo Colli- se acercó al Municipio?
¿Será por eso que en su muro de Facebook Noelia Pavón (del Frente Renovador)
escribió: “En la Peña de Boca seguimos juntando ayuda para La Plata! que
entregaremos directamente a Cruz Roja y en manos de los vecinos damnificados,
sin banderías políticos, la donación la haces VOS!”?
Hoy
no tengo respuestas. Elijo pensar que la solidaridad es una sola. La
distribución de las donaciones no debe dejar ningún manto de duda, debe estar
dirigida por las autoridades que correspondan. Los damnificados se lo merecen y
los argentinos también. Un país solidario pero dividido es un país que duele. Y
mucho.