Por Manuel Elías (*), especial para SaltoCiudad.
Hace
diez años, el 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner asumía como presidente de la
Nación y prometía no dejar en la puerta de la Casa Rosada ni sus convecciones ni
sus ideales.
Entre
los escombros de una Patria en ruinas, devastada por el neoliberalismo, aquel
día nacía una esperanza: volver a construir una Argentina más justa. Néstor,
junto a Cristina, supo entonces interpretar las necesidades de nuestro Pueblo y
como autentico conductor peronista supo hacer antes de decir y realizar antes
que prometer.
Así
se puso en marcha un proyecto político sobre la base de la igualdad y la
dignidad del ser humano. Un proyecto político que nacía de la voluntad
colectiva, del interés nacional, de la inclusión social, del crecimiento y la
reparación. Un proyecto político que comenzó a demostrarle a una generación
entera de argentinos y argentinas (que sólo habían conocido claudicaciones en
sus dirigencias partidarias) que existía otra manera de hacer las cosas y que
se podía cumplir otra manera de hacer las cosas y que se podía cumplir con la
palabra empeñada. Esto significaba, en definitiva, que se podían defender los
intereses de quienes menos tienen, porque se podía cambiar la realidad aunque
durante décadas nos habían dicho que eran imposibles.
Hace
diez años nacía una esperanza y con la esperanza volvía la voluntad, el
compromiso, la convicción y el sacrificio personal y social tras la epopeya de
devolverle el futuro a la Patria y fueron el coraje cívico y político de Néstor
y Cristina lo que nos permitió la recuperación, reconocimiento y ampliación de
derechos, restaurando un Estado que había sido colonizado por los grupos
concentrados del poder económico.
Podríamos
hacer un listado interminable de todo lo que el pueblo argentino ha
reconquistado en esta Década Ganada, como bien la definiera nuestra Presidenta;
recuperamos el empleo, el salario y las jubilaciones. Recuperamos la confianza
en nosotros mismos, la dignidad nacional y la capacidad de integrarnos con
nuestros vecinos. Recuperamos el valor de la Educación y la Ciencia.
Recuperamos la pluralidad de voces en los medios de comunicación y la
democratización del poder judicial. Recuperamos la diversidad en nuestra vida
social y la reivindicación de los trabajadores postergados como los peones
rurales y las empleadas domésticas. Recuperamos la memoria, la verdad y la
búsqueda de justicia. Recuperamos la autonomía política, la independencia
económica y la justicia social.
En
esta Década Ganada hemos perdido a Néstor, su partida terrenal es irreparable.
Pero su ausencia física implicó no solo continuar su legado sino también
fortalecerlo, profundizándolo. La Argentina oculta por la prensa dominante ganó
entonces la calle con pasión y energía para expresar Gracias Néstor y Fuerza
Cristina y en aquel largo adiós y en aquel mensaje el Pueblo hizo su traspaso
de autoridad y representatividad en una nueva conducción en quien confiar, en
quien creer y en quien depositar sueños y convicciones: La Presidenta Cristina.
Y la compañera ha dado muestras definitivas de entereza, de coraje, capacidad
intelectual y política para ejercer ese liderazgo. Por eso, no ha cedido un
solo centímetro ni ha hecho una sola concesión ante las presiones y los
condicionamientos corporativos.
En
esta Década Ganada las decisiones políticas las toman los gobernantes electos
por el voto popular y no los factores tradicionales de poder.
Llevamos
diez años de lucha, diez años de peronismo. La historia no se detiene. El
proyecto político puesto en marcha el 25 de mayo de 2003 es una construcción
colectiva y permanente. Sabemos que vivimos otra vez tiempos de defenderlo
contra los embates de los grupos económicos concentrados que no consienten
democráticamente los avances populares. Pero mientras más fuerzas intentan
detenernos, mas fuerzas desplegamos. No vamos a dar un solo paso atrás en la
continuidad de este proyecto emancipador que ha incorporado a la esfera pública
numerosos sectores que permanecían excluidos: los jóvenes, los pueblos
originarios, las minorías sexuales, los organismos de derechos humanos.
Y
son precisamente jóvenes, unidos y organizados, los que exigen más transformaciones
y los que garantizan con su participación masiva que el proyecto se mantenga en
el tiempo.
El
futuro nos sigue convocando. A todos y a todas. Reivindicando en el pensamiento
y en los hechos que la grandeza de la Nación que supieron edificar Juan Domingo
Perón y Evita se construyó al unísono de la felicidad del pueblo y nunca sobre
sus sacrificios. Matriz política e ideológica que hoy resume y expresa el
gobierno popular de Cristina.
El
futuro nos sigue convocando y sabemos que cuando el Pueblo se pone de pie en
comunión con quien lo conduce nada ni nadie lo detiene.
(*) Diputado provincial del FpV
Presidente
del PJ de Pergamino