SALTO, Octubre 11 (Por Valeria Vizzón, de la redacción de www.SaltoCiudad.com) A los 12 años acompañaba a su padre Norberto Víctor Anóbile a los plenarios regionales del Sindicato de Trabajadores Municipales. Claro, su padre era el secretario general y lo fue durante más de 15 años. Jorge Anóbile recuerda aquellos días. También recuerda que se aburría pero que al mismo tiempo se interesaba por esas conversaciones de “grandes”.
Hoy, y desde hace 10 años, es secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales. Mate de por medio, en una ventosa mañana de octubre, y a unos pocos días del paro nacional organizado por la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses, Anóbile dialoga con SaltoCiudad y no deja tema sin abordar: las paritarias; las incipientes negociaciones salariales para 2014; las horas extras y la invisibilidad del empleado municipal.
Recién nombraba a su padre, finalmente siguió sus pasos ¿Cuándo ingresó como empleado al Municipio y cuándo a militar en el gremio?
Ingresé en el Municipio en los 90 en la oficina de Rentas. Estuve un año allí, y luego fui nombrado en Bromatología. En el gremio, primero fui secretario de Actas, y en 2003 me eligieron como Secretario General. En ese entonces, Edgardo Burgos asumía como Intendente y yo en el Sindicato.
¿Qué aprendió de su padre?
Todo. Lo vi desenvolverse en las reuniones, el me llevaba, a veces me aburría pero terminaba escuchando, y a la larga aprendía. Me incluía, en su afán de que yo herede su vocación. Al principio cuando era Secretario Administrativo no le daba tanta importancia, luego cuando mi papá se enfermó me empecé a interesar más. Eso fue en 2001, durante la crisis, con un sindicato en quiebra. Y en 2003 me eligieron, y acá estoy.
¿Cuántos empleados trabajan actualmente en la Municipalidad?
Cerca de 600 empleados, incluida la planta política, el Hospital.
¿Y cuántos afiliados tiene el Sindicato de Trabajadores Municipales?
Contamos con 250 afiliados. Hay que tener en cuenta que la parte política no se afilia, que los médicos pertenecen a CICOP, y que hay otros sindicatos.
Durante la campaña política, uno de los temas fue el aumento de la planta de empleados municipales. Se dijo que el actual Intendente Oscar Brasca nombró a 200 personas ¿Es así?
No tengo el número exacto. Deben ser 100 personas las que se nombraron. Esto también tiene que ver con que se agrandó el pueblo, hay nuevas áreas como el Centro de Monitoreo, más inspectores municipales, se agrandaron Secretarías.
¿Cuál es el sueldo mínimo de un empleado municipal?
El mínimo es de 2.200 pesos.
Con ese sueldo es imposible llegar a fin de mes ¿Las horas extras son la salida?
Sí, pero es una trampa. El empleado municipal hoy por hoy vive de las horas extras. Es como un salario encubierto. Hoy la mayoría tiene que hacer horas extras para sobrevivir.
El problema que tenemos es que todo el mundo hace horas extras. Pero cuando ese empleado que llega a fin de mes porque hace horas extras, se enferma, cuando se toma vacaciones, sabe que a fin de mes no llega.
¿Ya se iniciaron las negociaciones salariales de cara al 2014?
Sí, hace quince días hicimos la primera reunión. Puntualmente hablamos del tema del presentismo, que todavía no nos pusimos de acuerdo en la reglamentación.
¿Hoy en día el empleado municipal cobra presentismo?
Actualmente tenemos un ítem en el recibo de sueldo que dice presentismo pero no funciona como tal porque lo cobra todo el mundo, no se aplica. Cobramos 50 pesos como presentismo, y 200 como bonificación remunerativa. Esto es 250; a esta suma se le va agregar 250 pesos, y se va a convertir en 500. Estamos trabados en la reglamentación: a quién se lo vamos a descontar. Se empezaría aplicar en el mes de octubre. Es una suma interesante. La idea es seguir incrementándolo.
¿Y en cuanto a aumentos sobre el básico ya se avanzó?
No lo voy a decir, sería irresponsable de mi parte. Forma parte de la negociación interna, por supuesto que irá de la mano de lo que es la inflación real.
¿Y qué otros temas están en carpeta?
Aparte de aumentos salariales, conversaremos sobre el escalafón y la recategorización que se hace cada dos años. También sobre nombramientos de compañeros que están como temporarios. La mayoría están en el Centro de Monitoreo y en Tránsito.
El gran tema de los empleados municipales es la falta de paritarias a nivel nacional y provincial ¿Cómo sigue esa lucha?
Estamos luchando desde hace cinco años por la apertura de las paritarias. Nuestra Federación (FESIMUBO) es la que lleva la bandera de las paritarias, pedimos la derogación de la Ley 11.757 (Estatuto del Personal Municipal). Esta ley sancionada en 1995, fue aprobada durante la gobernación de Eduardo Duhalde e impulsada por Alfredo Atanasoff. En ese entonces Victorio Migliaro era diputado. Es una ley nefasta, que nos bajó la antigüedad del 3 por ciento al 1, nos sacó beneficios, y nos dejó sin paritarias. Esta Federación
Si hubiera paritarias a nivel nacional, la lucha no sería tan desigual…
Exacto, hoy por hoy no hay paritaria provincial ni nacional. Es como pelear a un elefante con un escarbadiente. En cada municipio se arreglan los salarios. Siempre dando vueltas con los mismo números. Debe haber pisos salariales para toda la provincia y para toda la Argentina.
¿Por qué piensa que no se logra?
El poder político es muy fuerte. En la provincia de Buenos Aires hay intendentes en el conurbano que son caciques, patrones de estancias que tienen 5 mil empleados municipales, y de esa cantidad 4 mil son temporarios. Están totalmente precarizados. Esos intendentes en cuando uno intenta hacer un paro pueden llegar a despedir 500 empleados. Es una pelea muy desigual, es como si fuera algo de nunca acabar. Y algo es real: sindicato pobre, sindicato débil. Y cómo no va a ser débil, si los sueldos son miserables. Los aportes son miserables, hay que mantener estructura con dos pesos. La paritaria provincial vendría a igualar la pelea. Como sucede con los demás sindicatos.
El tema de las paritarias que es una gran deuda de estos años de kirchnerismo…
Sí. Es una vergüenza que este gobierno que se embandera con las paritarias, que dice que gracias a ellos volvieron, al mismo tiempo tenga empleados municipales en toda la República Argentina sin paritarias. Es una deuda muy grande, que en algún momento van a tener que saldar.
¿Por qué cree que no es valorizada la tarea de los empleados municipales?
Nadie se acuerda de los sueldos municipales. Los empleados participamos de cada acto de la vida cotidiana: si tu hijo nace, lo atiende un empleado municipal; si uno hace un trámite como el carnet de conducir, es atendido por un empleado municipal. Hasta en el momento del fallecimiento, estamos. Pero nadie nos ve. Pasamos desapercibidos por la vida de la gente. Somos los que atendemos: juntamos la basura, arreglamos la calle, podamos los árboles. Pasamos por la vida de todo el mundo y nadie dice nada. Nadie dice nada de los sueldos que tenemos, somos invisibles. Cuando un empleado municipal se jubila, se jubila por 2.200 pesos, en ese momento las horas extras no cuentan.
El 8 de noviembre es el día del empleado municipal ¿Habrá festejos?
Sí, como siempre habrá una cena agasajo para todos los empleados, a los afiliados no se les cobra tarjeta. El salón tiene capacidad para 300 personas, quedan pocas tarjetas para vender. Lo vamos a realizar el día 7 de noviembre, porque al día siguiente es feriado. Habrá regalos, música y baile.
¿En qué etapa está su relación con el Intendente Oscar Brasca?
Estamos en diálogo permanente con Brasca, y con el Secretario de Gobierno. Cuando hay que pelear se pelea. Siempre podemos tener diferencias y más en épocas de negociación salarial pero la relación es buena. Yo siempre trato de priorizar el diálogo. El que se enoja pierde, ya me ha pasado, hay que pasar por todas las etapas. Uno va aprendiendo. Pelearse con el intendente no lleva a ningún lado.
Recuerdo que con el ex intendente Edgardo Burgos tuvo momentos de enfrentamiento. Recuerdo los carteles “Señor Intendente ¿Usted come por un peso?”
Sí. Con Burgos tuve una etapa de pelea feroz hasta que nos dimos cuenta los dos que era una pelea sin sentido. Cometió el error de pelearse con el gremio, dio un aumento salarial sin consensuar. Me enteré por el diario que había dado un aumento. Y ahí empezó la pelea que duró un año. Pero nunca dejó de atenderme: yo le decía todo, pero el siempre me recibió.
¿Y con Victorio Migliaro?
No me peleé pero tampoco me recibía. Para que me de la primera audiencia estuve esperando como cuatro meses. Asumió en diciembre y yo logré hablar con él en abril. La carpa de protesta en la plaza San Martín la puse al año. Estuvimos 25 días, cuando la levanté para poder sentarnos a dialogar, charlamos, mejoró la relación pero no avanzábamos. Me citaba para reunión y después, por algún motivo, nunca podía atenderme. Prometía y después no cumplía. Fue pésima la relación, totalmente infructuosa.
Paro Nacional y movilización
El martes 8 de octubre la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales realizó un paro y movilización que forma parte del plan de lucha nacional, que incluyó un petitorio a la Presidenta de la Nación, la realización de plenarios y asambleas en las distintas provincias y una denuncia a la Organización Internacional del Trabajo por el incumplimiento del Estado argentino a los Convenios 151 y 154 que exigen la vigencia de la negociación colectiva en el sector público. De la concentración que se efectuó frente al Ministerio de Trabajo de la Nación, y de la marcha hacia la Casa Rosada participó Jorge Anóbile junto a 15 representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales. (www.SaltoCiudad.com)