Salud

Entre aplausos y emoción, los doctores Alé, Rebottaro y Torres Traba dejaron sus cargos

Gran labor.
Gran labor.
Reconocimiento absoluto.
Reconocimiento absoluto.

Lucas Alé, Darío Torres Traba y Myrna Rebottaro fueron quienes, en cada conferencia de prensa, en cada entrevista y en cualquier punto de la ciudad aconsejaron, ayudaron y, junto a todo el equipo de salud del Hospital “Presidente Juan Domingo Perón”, brindaron los cuidados que cada paciente necesitó.

En Salto, los doctores que formalmente se despidieron de sus cargos de director, secretario de Salud y director Adjunto, estuvieron comprometidos con el fortalecimiento del sistema de salud, y uno de los principales pilares para lograrlo fueron ellos.

Además de desarrollar y producir soluciones y herramientas para la toma de decisiones, los doctores Alé, Torres Traba y Rebottaro, apoyaron la tarea de los profesionales de la salud mediante capacitación, pero, sobre todo, poniéndose a la par de ellos en el acompañamiento, siendo uno más, a pesar del cargo que ocupaban.

Alé, Torres Traba y Rebottaro tomaron las riendas del área de salud en junio del 2020, cuando la pandemia, que veíamos lejana, ya era una realidad en Salto. Asumieron con un hospital repleto las falencias, propias de la situación. Los casos de Covid-19 comenzaban a instalarse en Salto y subían vertiginosamente, hecho que trajo temores e incertidumbre y allí estaban los doctores, con esa vocación de servicio y profesionalismo con el que salieron de la facultad aquel día en el que se recibieron de médicos.

A partir de la semana entrante habrá cambios en el nosocomio local, con un nuevo equipo de directivos que llega desde la vecina localidad de Rojas, encabezado por el doctor Gustavo Godoy, quien asumirá la dirección en reemplazo de la doctora Myrna Rebottaro.

Sumándonos a las palabras de Cristina Amato, nuestra compañera y colega de “Salto En Red”, desde este medio queremos agradecerles el trabajo realizado. Felicitarlos por la capacidad, el respeto y contención que recibimos todos los ciudadanos.

Myrna, con su coraje intacto, mostraba una fortaleza que nos daba e inspiraba confianza, haciendo que nuestros miedos calmaran, que la ansiedad sea más llevadera. Siempre tuvo palabras y acciones concretas. Hoy le llegó el momento, el cansancio comenzó a pasar “factura” y el cuerpo necesita reposar, su corazón necesita del cariño de su familia y amigos, aquellos a los que relegó durante más de un año en pos de cuidar a cada vecino de la ciudad.  ¡GRACIAS!

Comentarios